20 noviembre 2008

Dedicado a dos tipos de personas:

En primer lugar a los estresados. Aquellos que viven con prisa, que todo lo que hacen por sus estudios o su trabajo ocupa el nº 1 en el ranking de cosas que importan en su vida, que nunca tienen cinco minutos para tomar un café con un viejo amigo, ver a su familia o simplemente pasear, y se engañan pensando que "ya habrá tiempo".
Que no disfrutan de pequeños placeres como jugar con su mascota, ver antiguas fotos o preparar una cena.

-- -------- Amigos de juergorra, ¡hasta que el cuerpo aguante!

Para ellos la vida es una cadena de tareas y responsabilidades una tras otra, y solo reparan en que el tiempo pasa cuando un día ven como se adhieren velitas a su tarta de cumpleaños.
Por otro lado, en segundo lugar dedico esto a otro tipo de personas, al polo opuesto: los carpe diem.
Aquellos que en época de crisis o exámenes se vuelven de mirada triste: nunca vivieron pensando en el futuro y ahora, buscan la casa de ladrillos del cerdito listo, que los proteja.
Piensan que solo existe el presente, que no tenemos otra cosa. A lo largo de su vida no parecen haber reparado en que su presente trae siempre consecuencias.
Rememorando otro cuento, incluso la pequeña hormiga del cuento de la cigarra, en algún lugar del único cromosoma que posee tiene grabado que es necesario guardar comida en verano para no morir de hambre en invierno.
Ideología de vagabundo, respetable e incluso admirable no obstante, siempre y cuando el llamado "carpe diem" no se convierta en un autentico parásito que, vive el presente chupando de los que sudan por ellos.

------------------------ Parásito de chocolate


Nunca hay que perderle un ojo al futuro, al fin y al cabo es el lugar donde pasaremos el resto de nuestras vidas.
A estas dos especies tan distintas les dedico esta reflexión. Como pasa con todo, en el punto medio esta la virtud.
Ay! si los estresados y los carpe diem aprendiesen un poco unos de otros...

2 comentarios:

Asdrians dijo...

Dios que filosófico.... yo pienso igual que tu, los extremos no son buenos.

Anónimo dijo...

Es muy dificil que aprenda yo de los estresados y mira que vivo rodeado de ellos pero no, no aprendo y tnego que poner cara triste, soy la mierda

Publicar un comentario