El otro dia (bueno hoy, pero este es un post programado, aunque no tinterese) escuché una curiosa anécdota.
En 1941, Ian Fleming, el autor de los libros de James Bones, y el admirante Godfrey del ejército británico, hicieron un viaje con escala en Lisboa. En Estoril, Fleming fue informado de que los agentes alemanes campaban a sus anchas, sobre todo por el casino de la ciudad, y que estaban planeando una misión para arruinar a un tipo. Fleming tuvo entonces la idea de sentarse en la mesa de los alemanes, como quien no quiere la cosa, y arruinar a los alemanes para fastidiarles la misión. Pues bien, al final Flaming, perdió todo su dinero en tan sólo tres partidas, pero aquella experiencia le sirvió para inspirarse en su primera obra, Casino Royale, en la que en James Bond -menos primo que su autor- le gana la partida a los malos, entre otras cosas porque es un personaje de ficción.
2 comentarios:
Pues vaya julay. Eso le pasa por listo.
Dos cosas, no es James Bones (huesos) y mucho menos el "admirante", que es el que admira, sino "almirante" :D
Publicar un comentario